Se trata de una experiencia bastante lamentable, una clara señal del envejecimiento, que a la mayoría nos toca en algún momento de la vida, nos guste o no.
Quizá sucede un día al mirarnos en el espejo.
A otros les pasa cuando miran la ropa, la almohada, la gorra, etcétera, notando que allí hay algo inesperado, que no estaba antes, y que definitivamente no debe de estar.
Ésta, por supuesto, es nada más y nada menos que la inquietante experiencia en donde nos cae el veinte de que se nos cae el cabello.
Puede que sorprenda, pero con el tiempo, se estima que alrededor del 85% de los hombres y el 33% de las mujeres la tendrán.
Es más, entre los varones estadounidenses, por ejemplo, más del 65% la tendrán incluso antes de llegar a los treinta y cinco años. El porcentaje ya llega a su máximo del 85% para cuando tienen cincuenta.
Entre las mujeres, lo más común es que tenga lugar después de terminar la menopausia, etapa en la cual algunos estudios sugieren que hasta el 50% se ve afectada.
Hay varias formas de la pérdida de cabello, pero por mucho, la más frecuente es la alopecia androgenética, también conocida como la calvicie patrón masculino/femenino, pues implica el 95% de los casos.
Es producto de factores genéticos predeterminados que producen una respuesta excesiva "los andrógenos", hormonas reproductivas y de crecimiento.
¿Qué podemos hacer para frenar los avances de la pérdida de cabello más allá de recurrir al uso de medicamentos cuyos efectos secundarios van desde la confusión, los mareos, el aumento rápido de peso, alteraciones sexuales hasta el empeoramiento de la misma condición por la que se toman?
Por suerte, existe una posible solución natural para todos los aquejados que es tanto inofensiva como lo es económica.
Es que hace pocos años, a un grupo de investigadores de varias universidades coreanas se le ocurrió comparar los efectos del aceite esencial de lavanda y el minoxidil, uno de los tratamientos más eficaces y populares en el tratamiento de la condición, en hacer que el cabello vuelva a crecer.
Utilizando un ampliamente empleado en esta área modelo de ratones, encontraron que concentraciones de un 3% y 5% del aceite esencial de lavanda funcionaron igual de bien como el minoxidil en aumentar el número de folículos pilosos, profundizar el folículo piloso y engrosar la capa dérmica.
"En conjunto, los resultados de este estudio muestran el marcado efecto promotor del crecimiento capilar de LO [el aceite esencial de lavanda]", concluyeron afirmando.
"Podría aplicarse prácticamente como un agente promotor del crecimiento del cabello", agregaron.
Cabe mencionar que los aceites esenciales son sustancias altamente concentradas, y por lo cual, muy potentes. Tienen el potencial de irritar la piel si no son diluidos en "aceites portadores", como el aceite de coco y el aceite de oliva, antes de aplicarse.
En general, una concentración del 2-3% se considera segura, pero esta depende del aceite, y hay varios que no deberán aplicarse nunca. No deben usarse internamente o ingerirse.
El de lavanda es reconocido por ser de los más seguros.