No es ningún secreto: cada vez más nos estamos volviendo una sociedad sedentaria, tendencia que está pasando factura a nuestra salud.
Desde un mayor riesgo de obesidad, enfermedades del corazón, colesterol alto, hasta la presión arterial alta, etcétera, el sedentarismo literalmente nos está matando y las víctimas somos millones y millones.
Y por más que sorprenda, entre ellas también están los niños y los jóvenes, al menos a largo plazo.
Esto, según los resultados de un nuevo estudio que sale de Finlandia, los cuales establecen por primera vez un vínculo entre la inactividad durante la niñez y la juventud y el daño cardíaco en la edad adulta. Este vínculo se observó independientemente de factores pertinentes como la obesidad y la presión arterial.
Los investigadores fueron tan exactos en sus mediciones que lograron determinar que por cada minuto adicional de inactividad al día entre las edades de 11 y 24 años, hubo un aumento de .004 gramos por metro de altura del individuo, en la masa del ventrículo izquierdo del corazón, al momento de llegar a la madurez.
En estudios previos, un corazón más pesado ha sido asociado con un mayor riesgo de infarto y derrame cerebral.
"Nuestro estudio indica que la acumulación de tiempo inactivo está directamente relacionada con el daño cardíaco", advirtió en un comunicado de prensa el Dr. Andrew Agbaje, uno de los investigadores.
"Todas esas horas de tiempo de pantalla en los jóvenes se suman a un corazón más pesado, lo que sabemos por estudios en adultos aumenta la probabilidad de infarto y derrame cerebral", añadió.
Además, encontraron que el sedentarismo en los niños y los jóvenes se fue incrementando a medida que envejecieron, ya que cuando tenían 11, estaban inactivos, en promedio, por 362 minutos cada día, y esta cifra se disparó a 474 minutos para cuando tenían 15.
Es el primer estudio que explora la relación entre el sedentarismo de los niños y los jóvenes y el daño cardíaco en la adultez.
Forma parte del famoso proyecto de estudio Children of the 90's (Los niños de los años 90) que a principios de los 90 reclutó a 15,247 mujeres embarazadas del condado de Avon, Inglaterra, para emprender un proyecto de monitoreo de los resultados de salud de sus hijos a través de la vida. El ambicioso proyecto ya ha dado como fruto más de 2,500 trabajos de investigación, el más reciente siendo el discutido.
La buena noticia es que la solución al grave problema que es el sedentarismo de los niños y los jóvenes, en su esencia, no podría ser más sencilla: que se muevan.
"Como dijo una vez Martin Luther King Jr.: 'Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, gatea'", dijo el Dr. Agbaje.
Pero como señalaron los investigadores, esto no solamente depende de los niños y los jóvenes, sino en gran medida de los padres.
"Los padres deben alentar a los niños y los adolescentes a moverse más, sacándolos a caminar y limitando el tiempo que pasan en las redes sociales y los videojuegos", enfatizaron.